El próximo 28 de septiembre, en Espacio Callejón, se presenta por única vez “Tus buenas chauchas”, una obra escrita por Dalia Elnecavé bajo la direccion de David Masajnik, pone en escena a una mujer común y corriente atravesada por lo extraordinario de sus emociones: la soledad, el desamor y esa necesidad casi desesperada de ser vista y amada.
En escena, Victoria Arrabaça encarna a Olga, una mujer que cocina para olvidar y relata para perdonar. Su vida transcurre entre la soledad y la espera, marcada por un amor imposible hacia un actor televisivo, Omar, que se convierte en obsesión y motor de una fantasía interminable. La promesa de un encuentro que nunca llega la hunde en una espera perpetua, mientras la cocina funciona como refugio y como metáfora.
El texto de Elnecavé logra entrelazar lo cotidiano con lo poético: la cocina como metáfora de una vida en hervor constante, la arveja como símbolo de lo pequeño, lo invisible, lo que queda perdido entre muchas otras. El espectador empatiza con Olga en su vulnerabilidad, en ese sentirse “una más en la lata”, invisible pero con un deseo ardiente de destacar y de ser amada.
La actuación de Arrabaça es cercana, con bellos matices que logran que Olga se despliegue ante el público como alguien en quien es fácil reconocerse. La escenografía y el vestuario de Débora Teplitzki aportan simpleza y funcionalidad, dejando que la atención se concentre en la fuerza de la palabra y el cuerpo en escena.
En apenas 50 minutos, “Tus buenas chauchas” muestra la vulnerabilidad de Olga (que podes ser vos) y se transforma en espejo de tantas soledades y deseos no resueltos. Una obra pequeña en duración, pero enorme en sensibilidad.
