Reabrio uno de los emblemas culturales y gastronómicos más queridos de Buenos Aires: Clásica y Moderna. Este espacio, cargado de historia y tradición, cerró sus puertas en 2019, sumido en deudas y desafíos insuperables. Sin embargo, Raquel Rodrigo, docente, emprendedora y ahora alma mater de esta reapertura, logró desafiar las dificultades y devolver a la vida este símbolo porteño.
Raquel, se encontró con el deteriorado aspecto de Clásica y Moderna un día mientras paseaba por la avenida Callao. En ese momento, decidió que no podía permitir que este lugar emblemático permaneciera cerrado. Se embarcó en un proceso complicado, desde la resolución de entuertos judiciales hasta la compra y restauración integral del espacio.
«Quiero reabrir Clásica porque es un símbolo, una joya de Buenos Aires», afirma Raquel, recordando los 85 años desde que Emilio Poblet fundó la librería. Tras superar obstáculos judiciales y obtener la llave para entrar al reducto cultural, Raquel descubrió algo asombroso: Clásica y Moderna estaba intacta. Todo, desde los más de 6.000 libros hasta el icónico piano de media cola regalado por Sandro, se conservaba en perfecto estado.
«No tienen olor a humedad, no fueron comidos por las polillas, la librería tuvo un ángel aparte porque se conservó tal cual y no hubo que tirar ni un solo libro», comparte Raquel con sorpresa.
La emoción y la felicidad no solo se limitan a Raquel y su equipo. Mientras se prepara para la reapertura, los vecinos expresan su alegría y emoción al ver revivir Clásica y Moderna.
La inauguración contará con la presencia de destacadas personalidades, como el próximo secretario de Cultura de la Nación, Leo Cifelli, la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes, el filósofo Santiago Kovadloff, amigo entrañable de Natu Poblet, y Sandra Mihanovich, quien ofrecerá su voz en la interpretación de «Honrar la vida».
Así, Clásica y Moderna regresa para honrar su legado, ofreciendo a Buenos Aires un espacio donde la cultura, la gastronomía y la magia se entrelazan una vez más.
La felicidad es inmensa
