COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN

Con “Cómo entrenar a tu dragón (live action)”, el director Dean DeBlois regresa a la saga que lo consagró como uno de los narradores más sensibles y visualmente poderosos del cine de animación. Pero esta vez, el desafío era distinto: reimaginar en acción real uno de los universos más queridos de DreamWorks sin traicionar su esencia, y lo logra con un respeto admirable por el material original, sumando una épica visual renovada que no pierde el alma.

La historia es la misma que enamoró a millones /me incluyo) en 2010: en la isla vikinga de Berk, donde dragones y humanos viven en guerra, un adolescente torpe e inteligente llamado Hipo (interpretado con ternura y carisma por Mason Thames) forja una improbable amistad con Chimuelo, un dragón de la temida especie Furia Nocturna. Ese vínculo transformará no solo su destino personal, sino el de toda su comunidad. Lo que parecía una típica historia de iniciación se convierte en una metáfora luminosa sobre la empatía, el valor de pensar diferente y la reconciliación con lo que tememos.

El punto a favor de la peli es cómo respeta el corazón emocional del filme animado, aportando una nueva dimensión visual sin caer en el efectismo vacío. Gerard Butler, retomando su rol como Estoico el Vasto, aporta solidez y emoción, anclando la relación padre-hijo en un terreno más terrenal. La química entre Hipo y Chimuelo, sostenida por una lograda combinación de efectos digitales y dirección sensible, funciona a la perfección: el dragón no solo es creíble, es entrañable.

DeBlois, nominado al Oscar y ganador del Globo de Oro por esta misma saga en su formato animado, dirige esta versión en carne y hueso con solidez y confianza. El mundo vikingo y la música —sin la partitura original de John Powell pero evocando sus tonos— acompaña con belleza las escenas más íntimas y las más épicas, donde seguramente podras sonreir y dejar caer alguna lagrima….

No es fácil adaptar una película animada tan icónica y convertirla en algo más que un simple ejercicio de nostalgia. Esta live action lo consigue, y lo hace sin ruido ni grandilocuencia innecesaria: con el corazón en el lugar correcto, igual que su protagonista. Para quienes crecieron con la versión animada y para nuevas generaciones, Cómo entrenar a tu dragón en acción real es un vuelo que vale la pena emprender.

Aguante Chimuelo!