SECRETOS DE PLAYBOY

Llega una nueva producción original de A&E a Latinoamérica desde el 19 de junio a las 22hs.

SECRETOS DEL PLAYBOY: desnuda al universo Playboy con denuncias de alto calibre, como nunca se vio.

Una serie documental sin precedentes de 12 capítulos que revelan el oscuro entramado de poder, sexo, violencia y engaño detrás de las paredes de una mansión y que evidencia la manipulación que ejerció Hugh Hefner sobre las “conejitas” adentro del emporio de entretenimiento para adultos más importante de todos los tiempos.

Cuenta con un material inédito, entre ellos imágenes de archivo y entrevistas exclusivas con expertos de todas las facetas del mundo de Playboy, muchos de los cuales comparten sus historias por primera vez, que incluyen a la ex directora de Playmate Promotions, Miki García; ex novias de Hefner, entre ellas Holly Madison, Bridget Marquardt y Sondra Theodore; la autora de “Playground: A Childhood Lost Inside the Playboy Mansion” y residente de Playboy Mansion West, Jennifer Saginor; la Conejita Madre PJ Masten; las ex Playmates Rebekka Armstrong, Susie Krabacher, Dona Spier, Tylyn John y Cristy Thom; y miembros del personal y del círculo íntimo de Hefner, incluida la asistente ejecutiva Lisa Loving Barrett, el mayordomo Mitch Rosen y el mayordomo personal de Hefner Stefan Tetenbaum. En los últimos capítulos de la serie participan además las gemelas y ex novias de Hefner Karissa y Kristina Shannon y se une a la denuncia Audrey Ann Huskey.

Para la sociedad de la época previa a la liberación sexual de los 60, los desnudos eran de categoría clandestina en las publicaciones y no bien vistos por entonces. Hasta la aparición de Playboy en 1953 que rompió con ese paradigma  y puso al cuerpo desnudo de la mujer como objeto de consumo en medios. En la serie documental, se ve como esta puerta celestial para los hombres, a través de un puñado de páginas impresas, derivó en un oscuro mundo de depredación sexual -que involucró a famosos- como así también en el tráfico y abuso de mujeres (muchas de ellas menores de edad) que recalaron en mansiones satélites que funcionaban como clubes privados para realizar orgías. Estas “mansiones ocultas” albergaban a las chicas que no lograban llegar a Playboy. 

En Secretos de Playboy también hay lugar para sucesos trágicos como la muerte por sobredosis de Adrienne Pollack, en 1973, el suicidio de Bobbie Arnstein (asistente de Hefner) en 1975 y el crimen de la playmate Dorothy Stratten, en 1980. Otro oscuro episodio que el documental no pasa por alto son las pig nights (noche de los cerdos, en relación a como Hefner llamaba a las prostitutas) de cada jueves, con fiestas de chicas reclutadas en Sunset Boulevard y llevadas a la mansión. 

El documental por momentos pone la lupa en personajes como Don Cornelius, un presentador y productor cercano a Hefner, quien se llevó a dos conejitas a una fiesta y, luego de eso, desaparecieron por varios días, para poner en contexto el nivel de impunidad con el que se manejaba Hefner y su depravado séquito.

Bajo la fachada de una revista, cuyo primer número vendió la totalidad de las 50 mil copias impresas, para llegar a los 7 millones de ejemplares mensuales, y que buscó revolucionar la cultura sexual estadounidense, se agazapó un editor listo para saciar sus apetitos más oscuros. Con sólo 27 años, Hefner escaló, por un lado, en los deseos de los hombres de querer vivir como él y, por el otro, se amparó en la divulgación de los derechos igualitarios de las mujeres para darle un status de empoderamiento. En realidad, según muestra el documental, sólo fueron herramientas para monetizar sus negocios. Ellas fueron engañadas y manipuladas hasta último momento.

Todo era como un culto”, asegura Miki García, ex Conejita y quien trabajó para Playboy como jefa de promociones entre 1973-1982. “Las mujeres eran preparadas y se les hacía creer que eran parte de esta familia. Y él (Hefner) se creía el dueño de esas mujeres. Hubo Playmates que tuvieron sobredosis y hubo Playmates que se suicidaron”, revela García a medida que explica que pensó en escribir un libro para denunciar estas atrocidades. “Hefner incluso envió a alguien para sobornarme. Cuando encontrás a alguien tan poderoso te da tanto miedo porque todo puede pasar. Lo que sea. Tanto así era lo que le temía”, detalla García. 

En 1971, Hefner compró la mansión y creó un verdadero oasis para adultos. “Nadie te juzgaba en ese ámbito fastuoso y glamoroso, era como un Disneylandia para adultos”, recordaba León Kennedy uno de los amigos de Hugh, desde los tiempos más inocentes de la cofradía Playboy. ”Éramos invisibles, él solo daba ordenes, éramos sus sirvientes”, rememoraba también Stefan Tetenbaum, uno de los mayordomos de la casa quien agregó que “habían unas 150 reglas para manejarse en la mansión y una de las más importantes era que no debíamos hablar con las chicas”, agrega. Un dato no menor: todos los lugares de la mansión tenían micrófonos y cámaras pequeñas. “Teníamos que tener mucho cuidado porque sabíamos que estábamos siendo monitoreados”, agrega Tetenbaum sobre esa herramienta de extorsión. 

En Secretos de Playboy un rol fundamental lo cumplen las novias de Hugh y su séquito de amigas. Ellas son mostradas como un instrumento de extorsión, placer y negociación de Hefner. Además, bajo el lema “divide y reinarás”, él fomentaba las discordias entre las mujeres, sobre todo entre la “novia principal” y las “secundarias”, para poder dominarlas y que se genere cierto estado de simbiosis, tensión y atracción hacia su persona. Una obra digna de una mente psicópata.

La ilusión de libertad sexual sin reprimir contrastaba con una supuesta realidad de abuso físico y emocional de las miles de mujeres en el mundo Playboy. Entrelazada con el aspecto brillante de un mundo que aparentemente celebraba a las mujeres, había una realidad más siniestra, la que durante décadas permitió que florecieran conductas nefastas que incluían violencia sexual, abuso de drogas, y donde la prostitución, el suicidio e incluso el asesinato acechaban en las sombras. Así, Secretos de Playboy explora cómo el imperio de Hefner era una fuerza poderosa que manipulaba a las mujeres en un ambiente tóxico, silenciando sus voces, enfrentándolas entre sí y abriendo la puerta a los depredadores sexuales. 

Uno de los testimonios claves del documental es el de Jennifer Saginor, quien creció en la Mansión Playboy (escribió un libro sobre su infancia perdida en el lugar, y el mismo Hefner intentó boicotear su difusión) ya que su padre (Mark Saginor) fue el médico personal de Hugh y mantuvo un vínculo de amistad por más de 40 años. Con sólo seis años, ella ya correteaba por los pasillos de la casona y veía a las Conejitas con cierto halo maternal en donde los recuerdos de fiestas navideñas la cobijaron entre la calidez y la calma. Pero nada de eso sería real.

La explotación de las mujeres visto bajo el prisma de sus protagonistas, es uno de los potenciales de Secretos de Playboy. Allí también aparece Sondra Theodore, la conejita mamá -directora de Playboy promotions a cargo de 70 conejitas- quien un día entró de improviso a la habitación de Hefner y lo encontró masturbando a su perro: “Ellos también tienen sus necesidades”, dijo el fundador. Porque también existían testimonios que hablaban de zoofilia en la mansión.

Todo era más oscuro y siniestro. Me enseñaron a ver a las mujeres como mercancías. Era degradar, no empoderar”, explicó Saginor quien se enamoró de Kendall, otra de las novias más importantes de Hugh, quien misteriosamente no brindó testimonio para este documental. El control mental que Hugh ejercía sobre sus chicas se asemejaba al de un culto. No por nada, Hefner admiraba -y se obsesionaba- con saber más y más acerca de la figura de Charles Manson, intentando descifrar cómo un hombre podía regir la vida de un grupo de mujeres a su voluntad.Secretos de Playboy rompe con la ilusión de la caja cristalina en la que por décadas estuvo inmerso el universo de la Mansión

Una docu serie por demas interesanta y que pondra claro sobre oscuro….Promete y mucho. Le pongo fichas.

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