SUPERMAN

Tras décadas de versiones, reboots, y universos extendidos, uno podría pensar que Superman ya no tiene nada nuevo que decir. Sin embargo, el filme dirigido por James Gunn demuestra que todavía quedan matices por explorar en el héroe más icónico de la cultura pop.

Este nuevo Superman exhibe una personalidad más «humana y vulnerable»: no es un ser perfecto ni un símbolo incuestionable, sino un hombre que se frustra, se altera, y busca desesperadamente el equilibrio entre su deber y su necesidad de ser aceptado. Esa tensión entre el superhéroe y el individuo da lugar a algunos de los momentos emotivos del largometraje.

La película alterna secuencias espectaculares —batallas que combinan efectos digitales de primer nivel y paisajes de pura accion— con pasajes íntimos donde Superman reflexiona sobre su origen y su lugar en el mundo.

El nuevo rostro del héroe interpretado por David Corenswet, logra dotar al personaje de cercanía y determinación sostiene buena parte de la carga dramática. Lo acompañan un elenco sólido, con una Lois Lane ( Rachel Brosnahan) que aporta determinación y humor, y un Lex Luthor (Nicholas Hoult) que, si bien no reinventa la rueda, funciona como antagonista creíble.

La trama, aunque no está exenta de lugares comunes —el dilema de salvar a la humanidad o proteger su identidad—, resulta eficaz y encuentra algunas ideas frescas: la soledad del héroe como una consecuencia inevitable de su poder desmesurado, y la exploración de la responsabilidad emocional que conlleva ser el último hijo de Krypton. Demas esta decirles que el perro lo amamos de principio a fin….quiero un muñeco del canino Krypto !!!

Superman es una mirada renovada que combina nostalgia con contemporaneidad. No revoluciona el género, pero recupera algo esencial despues de 12 años de ausencia : la fe en el poder de los héroes para inspirar. Y en tiempos de cinismo y fatiga de superproducciones, esa chispa de optimismo resulta valiosa.