Tras seis funciones con localidades agotadas en el Teatro Nacional Sancor Seguros, Alejandra, una Perforación a Cielo Abierto se confirma como una de las propuestas más potentes e inclasificables de la cartelera porteña. Martín Rechimuzzi, nos invita a un viaje a través de la mente, la memoria y el estigma de la locura, con una obra que vibra entre la carcajada y la angustia más cruda.
Instalada en un contexto tan reconocible como inquietante —un cumpleaños de 15 en el conurbano bonaerense—, la historia se despliega en tres actos que funcionan como estaciones de una biografía que no es solo personal, sino también colectiva. Rechimuzzi se mete en la piel de múltiples personajes que, entre monólogos intensos, absurdos hilarantes y momentos de ternura brutal, van construyendo el retrato de Alejandra, una mujer atravesada por el encierro, la medicalización y el abandono, pero también por el deseo de celebrar y resistir.
El recurso del humor como puente entre el dolor y la crítica social es una de las claves de la propuesta. Como si se tratara de un antiguo coro griego, el Dúo Acuarela aporta intervenciones musicales que dan respiro.
Alejandra no busca respuestas simples.Y despliega preguntas urgentes: ¿qué es la cordura?, ¿quién decide qué vidas merecen ser escuchadas?, ¿cómo se construye lo «normal»? En un mundo post-pandémico donde la salud mental se volvió tema central, Rechimuzzi propone una mirada empática y descarnada, donde la crueldad del sistema se hace evidente, pero sin renunciar al goce y la celebración.
La sala tiene (como diria Sandro) un mundo de sensaciones. El público, testigo y partícipe, sale distinto: conmovido, pensativo, tocado.
Con funciones confirmadas para el 16 y 23 de mayo a las 23:30 en El Nacional, Alejandra se impone como una experiencia escénica necesaria. No solo es teatro: es un acto de amor, una denuncia y una celebración …todo eso JUNTO.
